Un encuentro inesperado [Castiel]

Me encontraba en Cleveland, Ohio. Dean y yo nos habíamos separado de mutuo acuerdo para seguir buscando esos malditos sellos y evitar que se rompieran en la menor medida de lo posible, aunque esto me daba oportunidad para intentar entrenar mis poderes, que últimamente con la presencia de mi hermano había dejado algo más abandonados de lo que me hubiese gustado, y obtener ya de paso más información sobre el paradero de Lilith.

Tras haber pasado por comisaría y haber conseguido la información pertinente que los agentes del lugar habían conseguido recopilar sobre los acontecimientos que habían estado dando .lugar últimamente por la zona, me dirigí al motel donde me hospedaba con el fin de profundizar un poco más en mi investigación.

Tenía esparcidas por la mesa unas cuantas carpetas llenas de folios con datos y fotos, sobre la cama papeles de recortes de periódicos. Había algún que otro dato interesante en la carpeta que sostenía en estos momentos entre mis manos por lo que comencé a caminar de lado a lado de la habitación absorto en la lectura de los papeles que contenía. Quería acabar cuanto antes para poder ponerme en marcha y empezar a actuar.

El ángel permanecía oculto ante los Winchester, tenía que vigilar detenidamente al pequeño de estos, que desde que Dean había pisado el infierno parecía estar fuera de sus cabales y ahora estaba aliado ni mas ni menos que un con demonio, ingiriendo su asquerosa sangre.

Tenía ordenes de que si este no se controlaba él mismo tendría que destruirlo y estaba totalmente dispuesto a ello. Sabía por otra parte que Dean se pondría furioso, y sería aún mas difícil que este entrara en razón y accediera a ayudar al Cielo, pero Castiel no podía consentir que su hermano estuviera mas cerca de ser un demonio que de ser humano.

Cuando Sam estaba ya en la habitación de su motel ojeando sus papeles vio la oportunidad de poder hablar con el seriamente y lejos de Dean, que lo protegería sobre manera a pesar de todo. Así que por fin se hizo visible, justo detrás de Sam.

- Hola Sam.

El ángel ladeó la cabeza y entrecerró un poco los ojos mirandole a los ojos esperando su reacción.

Continuaba paseando por aquel cuartucho de mala muerte hasta que vi un pequeño detalle en esos papeles que tenía entre las manos que me hizo detener el paso como si así, de forma algo más estática, pudiera sacar alguna conclusión acertada de ello.

De pronto di la vuelta, iba contrastar lo que acababa de leer con alguna foto o recorte de prensa que había ojeado anteriormente, cuando me topé de bruces con alguien que no estaba antes allí, Castiel. Me sobresalté un poco, aunque no demasiado pues ya empezaba a acostumbrarme de verle surgir de la nada cuando menos lo esperábamos.
Era típico de él aparecer de pronto, sin avisar y pegado a uno como si de una sombra se tratase. Por mucho que mi hermano le hubiese intentado hacer ver que debe mantener las distancias y dar un poco de espacio a la gente, él no lo parecía entender.

-Hola Cass –le saludé aún algo incómodo. Si bien el que se apareciera de pronto, pisándote los talones y todo aquello que solía hacer por costumbre era de lo más inquietante, el mantenerle la mirada lo era mucho más, pues parecía que te atravesara el alma o pudiera leer tu interior- ¿qué te trae por aquí? ¿alguna novedad? –no pude evitar desviar la mirada y carraspeando me aparté un poco poniendo algo de distancias de por medio- emmm… por cierto, pensé que lo sabrías, pero si andas buscando a Dean me temo que has hecho el viaje en vano, nos separamos poco antes de llegar a Ohio –tal vez ese radar angelical que le llevaba siempre hasta donde estábamos se hubiese estropeado y no hubiese notado la ausencia de mi hermano y era de lo más raro que se presenciara allí solo por venir a verme a mí cuando con quien más confianza tenía era con Dean. Por otro lado, puede que en el lugar en el que me encontraba, hubiese algún indicio de algún sello y se hubiese presentado allí para avisarme de lo que fuera.